lunes, 16 de julio de 2007

Nuevas Sensaciones

A lo largo de mi vida, la que no es muy larga, he podido experimentar muchas y variadas sensaciones. He experimentado ser el primero y el último en los estudios, he vivido el dulce sabor de ser campeón y la amarga sensación de ser derrotado en el deporte.

Cuando niño sentía las ansias en la espera de aquel regalo soñado para navidad, sentía el nerviosismo en mis primeros días de clases o en mi primer desfile a cargo de la banda de mi colegio. Siendo adolecente sentí el sabor del primer beso, ese que a veces no pasa de ser solo un simple y pequeño beso, de hecho aun recuerdo el lugar donde todo ocurrió, hace ya casi 20 años, extraño. Sentía la vergüenza de los primeros granos que aparecen en tu cara y la vergüenza de salir a la calle así.

Cuando joven, viviendo la educación media, sentí los primeros latidos del corazón, sentí que la vida comenzaba a tener un significado, más allá de sólo terminar el cuarto medio, sentía las ganas de ser alguien en la vida.

Estudiando en la Universidad sentí el verdadero significado de estudiar, de pasar horas frente a los libros y cuadernos, experimenté las sensaciones de frustración, nerviosismo, inseguridad. También entendí por fin lo que aquellos latidos querían decir, sentí el primer amor, el mismo que siento hoy después de 10 años. Sentí lo que es capaz de hacer y dejar el ser humano por otros. Volví a sentir la alegría de ser el primero y la pena de ser el último.

Al querer entrar en mi vida profesional, sentí la decepción de no poder luchar por un puesto de trabajo con igualdad de condiciones, sentí que el tener un apellido, un contacto o venir de una determinada universidad era más importante que las ganas y la entrega. Sentía que nunca llegaría mi hora. Pero también sentí la fuerza que tiene tomar una gran decisión en tu vida. Quería sentir lo que era vivir en el extranjero y logré sentirlo, he sentido lo mismo que han sentido ustedes estando lejos de sus hogares, amigos y familias.

Me he sentido culpable de muchas cosas y he sentido orgullo de haber hecho otras cuantas. He sentido que he provocado sensaciones en la gente, algunas buena, otras malas.

He sentido el dolor de perder ese gran amor y he sentido la esperanza de volver a tenerlo.

He sentido miles de sensaciones, hasta incluso la cercanía con la muerte, pero hay una sensación que jamás había sentido, jamás me había sentido una persona inútil, no importa lo inteligente que me digan que soy, sigo sintiéndome inútil.

Ya he sabido que no me darán sponsor en mi trabajo, por una sola razón, el idioma, ese maldito inglés que no he podido estudiar por pasándomela trabajando con tal de tener algo de dinero y ayudar a mi familia.

No me siento tonto, porque sé que no lo soy, no es necesario que me lo digan, tampoco soy un maestro ni un genio, solo soy un hombre que lucha 24 horas al día en una sociedad que, si bien te da oportunidades, pocas veces valora el tener ganas, energía, y el querer aprender.

Hoy mi rumbo vuelve a cambiar, hoy sólo me queda seguir sintiéndome inútil en este trabajo por otras 6 semanas o hasta no encontrar otro distinto donde sentirme inútil nuevamente.

Alguien un día me enseñó que se pide perdón sólo a quienes se ama, por eso quiero pedirle perdón a mi familia por decepcionarlos, se que estaban muy felices con esta oportunidad, e hice todo lo posible, pero no pude, ahora debo luchar contra un nuevo problema, el idioma, y lo haré, por ustedes y por mi, se los prometo.

Los quiero mucho, me hacen falta.