martes, 8 de agosto de 2006

Mi último día en Aerocool

Hoy fue mi último día de trabajo, fue un día normal, pero ya todos sabían que me iba a otro lugar a trabajar, me felicitaron y me desearon suerte. Algo que quiero mencionar es un acontecimiento que me sorprendió muchísimo, al terminar el turno me pidieron ir a la sala de almuerzo, cuando llegué al lugar allí estaba todo mi Team (mis viejitos, como les llamo cariñosamente), habían preparado un simple, pero muy valorado regalo para mí. Desarmaron una de las cajas de kiwis nuevas y en ella escribieron mensajes dirigidos a mí, habían varios mensajes, incluso de gente de otros departamentos, quienes me deseaban suerte y éxito en mi nuevo trabajo. Agradecí mucho el regalo y la amistad, dije unas pocas palabras más y luego me retiré, y lo hice bien emocionado, mis viejitos me apreciaban más de lo que pensaba, fue una sensación extraña, pero enriquecedora.

Al hacer clic en la foto pueden ver los mensajes
Al llegar a la casa me puse a empacar el resto de mis cosas, en un par de horas tenía todo listo, de ahí llame a Lily (la chilena de Rotorua) para saber si la casita que me había mostrado en fin de semana seguía disponible, me dijo que si, así que conversamos un poco sobre el arriendo y quedamos de acuerdo en hacer negocios. Luego fui a cenar, era la última noche que pasaba con “mi familia kiwi”, conversamos hasta tarde, luego me fui a dormir porque viajaba temprano al siguiente día.