El Largo Camino



vergüenza de salir a la calle así.
Cuando joven, viviendo la educación media, sentí los primeros latidos del corazón, sentí que la vida comenzaba a tener un significado, más allá de sólo terminar el cuarto medio, sentía las ganas de ser alguien en la vida.
amor, el mismo que siento hoy después de 10 años. Sentí lo que es capaz de hacer y dejar el ser humano por otros. Volví a sentir la alegría de ser el primero y la pena de ser el último.
Al querer entrar en mi vida profesional, sentí la decepción de no poder luchar por un puesto de trabajo con igualdad de condiciones, sentí que el tener un apellido, un contacto o venir de una determinada universidad era más importante que las ganas y la entrega. Sentía que nunca llegaría mi hora. Pero también sentí la fuerza que tiene tomar una gran decisión en tu vida. Quería sentir lo que era vivir en el extranjero y logré sentirlo, he sentido lo mismo que han sentido ustedes estando lejos de sus hogares, amigos y familias.
Me he sentido culpable de muchas cosas y he sentido orgullo de haber hecho otras cuantas. He sentido que he provocado sensaciones en la gente, algunas buena, otras malas.
He sentido el dolor de perder ese gran amor y he sentido la esperanza de volver a tenerlo.
una persona inútil, no importa lo inteligente que me digan que soy, sigo sintiéndome inútil.
No me siento tonto, porque sé que no lo soy, no es necesario que me lo digan, tampoco soy un maestro ni un genio, solo soy un hombre que lucha 24 horas al día en una sociedad que, si bien te da oportunidades, pocas veces valora el tener ganas, energía, y el querer aprender.
Hoy mi rumbo vuelve a cambiar, hoy sólo me queda seguir sintiéndome inútil en este trabajo por otras 6 semanas o hasta no encontrar otro distinto donde sentirme inútil nuevamente.